PAUL GAUGUIN

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Paul Gauguin, Nafea Faa Ipoipo

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martes, 2 de mayo de 2017

MEDIODÍA - EDWARD HOPPER



Edward Hopper, "Mediodía", pintado en 1949.

La mujer joven aparece en tacones altos y casi sin ropa. Deja entrever su cuerpo. Parte de su pecho se muestra desnudo y parece sentirse atraída por el sol, mira hacía arriba cómo cae sobre sus pechos. Como en tantas ocasiones, se adivina una estancia interior, puede que cerrada, casi a modo de prisión, y el exterior, luminoso y libre en dónde se nos presenta la figura femenina, como en un disfrute de ese espacio abierto que ofrece el horizonte y que semeja la libertad.

Ella está en el umbral pero parece indecisa de dejar atrás la oscuridad que se percibe que existe en su casa.




La mujer que ha pintado Hopper no descubre al enseñar sus pechos la desnudez física , sino la desnudez del espíritu y una gran soledad.

Se podría decir que la relación de Hopper con las mujeres se reduce única y exclusivamente a la presencia de Jo. La vida de este gran artista giró alrededor de la pintura y de su esposa Josephine.

Constituyó un mundo en el que trabajaba para transformar a la única mujer de su vida en todas las mujeres que iban apareciendo en sus lienzos. Y es que no podemos pasar por la obra de Hopper sin analizar la presencia de La Mujer en sus cuadros.

La pintura de Hopper es una pintura dual. Naturaleza y civilización, representación y construcción, autor y espectador, interior y exterior. 

Todos estos binomios forman una red semántica en la que la soledad o la incomunicación funcionan como nexos con nuestra propia experiencia. 

Hopper no plantea estos significados de forma explícita. Cualquiera que se ponga delante de uno de sus cuadros sentirá cosas. Quizás no sepa decir qué, pero es muy probable que algo dentro de sí mismo quiera establecer contacto. 

Con qué, tampoco podríamos decirlo. El efecto de las pinturas de Hopper es parecido al de la visita a lugares de la infancia, paisajes que no podemos recordar pero que dejaron cierta impronta en nuestra memoria: el equivalente pictórico de la magdalena de Proust. 

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