Edvard Munch - «El día después», 1895
El Mundo de Munch: La angustia
El día después es un cuadro abierto a interpretaciones. Obra que representa una manifestación de los estados de conciencia de la mujer.
El ambiente parece acogedor, con marrones cálidos pero apagados, transmite la sensación de hogar modesto, de complicidad con la protagonista, como si nos hubiera dejado entrar en su casa. Una sensación de comodidad y amabilidad . Además, ella todavía es joven, y guapa. Tal vez eso ayude más a que nos dé algo de lástima, nos impulse a querer ayudarla. Dan ganas de arroparla. Otra vez nos cruzamos con la belleza en un entorno amenazador (las botellas pueden ser un "peligro"), pero en este caso también acogedor. Unos comentaban que le parecía que la joven estaba muerta, otros decían que parecía estar dormida. Creo que Munch dejó a propósito ese aspecto del cuadro abierto, para que cada uno decidiera hasta dónde llegaba la angustia de ésa mujer, e imaginara su historia.
El lienzo es una representación sensualista y temprana de su conflicto con lo femenino y con la afectividad en general. Vemos una actitud lánguida, unas ropas algo desarregladas y, en primer plano, la bebida y dos vasos como señal de que en la estancia hubo otra persona y la apariencia de un sueño estuporoso inducido por el alcohol y por la extenuación.
El Arte de Munch, conceptualmente, es, ante todo, introspectivo, existencialista. Su pintura es el vehículo de su angustia y ésta a su vez es la fuente de aquélla.