La obra que me ha hecho traer a Chagall se conoce como Fresas. Bella e Ida a la mesa, está fechada hacia 1915-16 y fue realizada en suelo ruso.
Es una obra temprana y todavía algo primitiva en su estilo, aún muy apegado a las formas más tradicionales y con un uso naturalista del color, pero creo que capta muy bien la esencia de Chagall. Bella, su primera mujer y el amor de su vida, junto a su hija pequeña Ida, sentadas a la mesa de su hogar disfrutando de grandes fuentes llenas de frutos rojos; un momento cotidiano que nos adentra a la intimidad del hogar familiar.
Una fotografía de la familia, años más tarde, de nuevo compartiendo una mesa y disfrutando de la fruta fresca y una taza de té.
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Chagall era muy hogareño, le gustaba disfrutar de esos momentos de felicidad junto a su mujer e hija. Nació en Vitebsk, actual Bielorrusia, en el seno de una importante comunidad judía cuyo apego a las tradiciones, con la fuerte presencia de ritos, costumbres y simbología característica, marcaría profundamente al artista, que nunca abandonó sus raíces a lo largo de su amplia trayectoria. Si algo caracterizó a Chagall fue no ligarse a ningún grupo en particular, no formar parte de ninguna tendencia en concreto. El pintor ruso se mantuvo fiel a su propia identidad, a su forma de concebir la vida y la muerte, con un lenguaje muy particular, lleno de colorido, simbología y formas caprichosas.
Donde estas Inma ?
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